VAL | CAS

BAJO EL ASFALTO LA HUERTA

Reconstrucción de la huerta

Pai de Benimaclet

Dada la voluntad reivindicativa que se quería otorgar a esta la línea de producción el arte de acción, se planteó como una posibilidad, siempre tratando de mantener la esencia pictórica en el proyecto. Una forma de hilar ambas propuestas fue la des-pintura que propone PereJamue: "(...) todavía no sabemos discernir con suficiente nitidez si des-pintar es un oficio o si se trata de un puro simulacro del oficio de pintor, o, incluso, si no es un subterfugio que se ha provocado la misma pintura para continuar pintando."

En su artículo, Parques interiores, la obra de siete des-pintores, Pere Jaume describe diferentes formas de hacer des-pintura, una de ella es la del artista como reparador de un agravio secular, devolviendo las pinturas al lugar de dónde han sido extraídas. Pensamos que podíamos adoptar esta actitud para dirigirnos a los espacios de Huerta que en muchas ocasiones hemos retratado e intervenirlos.

La obra que describiremos muestra la realización de una acción de intervención pictórica, esta consiste en pintar los límites de las parcelas de Huerta sobre el lugar en que se encontraban antes de su destrucción.

Se acotó la zona de actuación en el PAI (Programa de Actuación Integrada) de Benimaclet 2017, lugar designado por la administración pública para edificar cerca de 2.000 viviendas, puesto que representa a la perfección la pérdida del suelo agrícola en pro de intereses especulativos. En las imágenes se aprecia como el pueblo original y la huerta colindante han sido absorbidos por la ciudad de València. Además, la construcción de la infraestructura viaria de la Ronda Norte y la carretera de Barcelona, han contribuido a romper las sinergias naturales establecidas entre los habitantes de la zona y l'Horta Nort. La ejecución de la Ronda Norte, además de separar el barrio de la huerta, precipitó que un sector de esta quedara segregado. Este sector se convirtió en el escenario perfecto para la proyección de un plan urbanístico en el cual no solo se perdería suelo agrario, con todas las connotaciones negativas que supondría para la población y que anteriormente hemos mencionado, además el barrio, que antes fue un pueblo, se vería todavía más absorbido e injuriado por esta especie de ciudad invasora que acabaría rodeándolo totalmente.

Una vez determinado el marco de actuación se procedió a realizar un estudio cartográfico del lugar siguiendo nuestra metodología habitual, el sistema de superposición de capas, que nos ayuda a determinar que espacios agrícolas existían anteriormente en la reparcelación del lugar. Después de este estudio, se observó aquellos puntos más sugerentes de ser intervenidos por su falta de uso y su visibilidad, y se llevó a cabo una aproximación a los límites de las parcelas de huerta que allí se situaban antes del PAI. A continuación se procedió a hacer la acción de repintar los límites de huertas.

La herramienta pictórica aquí empleada es un espray marcador de suelo, el mismo tipo que se utiliza en la construcción. De este modo se pretendía que la obra enunciara un mensaje de reconstrucción de la huerta.

La intervención que se presenta, también, converge con la idea que nos plantea Allan Kaprow de des-artista. Un artista que cambia de trabajo para modernizarse, puesto que este, sin abandonar la idea de arte, usa medios ajenos a él en un contexto que no es su entorno habitual, haciendo que el espectador empatice, evitando los roles artísticos y manteniendo una actitud lúdica. Al tratarse de una zona con un plan de construcción proyectado sobre ella se eligió una estética de acuerdo con esto. Por ese emotivo el sujeto de la acción viste con un mono, un casco y unas botas de obra.

Al realizar la acción pictórica simultáneamente se anduvieron las líneas trazadas. Ante esto, andar adquirió también un valor artístico. Franceso Careri, en su libro Walkscapes. El andar como práctica artística, plantea una serie de cuestiones en torno al simbolismo que se encuentra en la acción de andar, así como, su relación con la estética resultante de la práctica de este acto, el tráfico por los lugares ha generado en las geografías naturales el dibujo de unas nuevas geografías creadas por el ser humano. Es por eso que andar supone uno de los primeros grandes actos de creación. El simple hecho de orientarse ya es atribuir significado, nominación y lugar a las cosas. Cómo dice Careri, al modificar los significados del espacio atravesado, el recorrido se convirtió en la primera acción estética que penetró en los territorios del caos, construyendo un orden nuevo sobre las bases del cual se desarrolló la arquitectura de los objetos colocados en él. Volver a andar estos espacios de una Huerta anterior según su disposición original los volvía a conferir cierta existencia.